Y asi es, la mirada se te cae al suelo, como si sobre la nuca tubieras sentadas conversando a la verguenza y a la culpa....
¿Que se le puede pedir a una mujer descepcionada?... despues de dejar de creer en el amor como quien tiene la sabiduria de saber que la cigüeña es un mero invento... que hace? que piensa? que quiere? ...una que otra noche, noche de bares, con algun extraño que le ofrece una caricia sin sentido mas que el sentir la piel de otro ... la juntada con algun buen amigo que es capaz de escuchar a una loca descepcionada, asi como hacerla callar, apagar sus palabras y hacer aflorar los sonidos bestiales, gemidos... en una mujer normal, con esta vida, frente a la audiencia castigadora... que mas puede hacer con su vida? se preguntaran? ...
los amores que van y vienen, y que nunca vienen por que nunca se van, esos amores tipo platonicos, que nacen de ensoñaciones, de la onirizacion, de la imaginacion, redundan en la secera de una mujer descepcionada... la mescla de el rostro de ese tal, mesclada con los movimientos que lo dotan a el, gracias a la privilegiada imaginacion de ella, ella... ella quizas hasta pueda cortarle la cabeza y ponerle otro rostro, cuando sueña... cuando se complace, sola, auntosuficiente... tiemblan las piernas, el estomago se unde, las manos mojadas, los ojos cerrados... no creas poco probable que ella piense que el amar a otro, entendamos amorosamente hablando, sea necesario para vivir en este mundo, quizas si, quizas no, quizas a quien le importe.
Hoy, me quedo mirando a Nacho Vidal, aficion heredada, y puedo elegir dentro de los estantes que conforman mi satisfaccion, mi escape al amor establecido, mil historias verosimiles pero irrealizables, esa verosimilitud que se divide por las distancias, con cualquiera, a veces un par de cuadras, una sala de clases, un paso de cebra, los centimetros inundado de silencio... es asi la vida de la decepcionada asumida, a la que nunca se le cientan en la nuca a conversar ni la verguenza ni la culpa.